Saturday, April 30, 2016

Varón y hembra



En los orígenes de la creación del todo, y todo cuanto existe en los cielos y la tierra, creo Dios al hombre, conforme a su semejanza lo creó, con la potestad para  señorear sobre todo ser viviente del mar, los cielos y la tierra. Creado a su imagen y semejanza; varón y hembra los creó.


La curiosidad viene al ser humano como un elemento más que adornan sus habilidades, le gusta indagar y conocer todo en su derredor, saber qué es, para qué es y cómo funciona. Como único ser pensante, digamos que nada de lo expuesto nos sorprende, es algo totalmente natural. Se expresa, deja saber cuáles son sus inquietudes y perturbaciones, qué le fascina y qué le atormenta, qué le agrada y qué rechaza porque le incomoda.

En el devenir de los tiempos ha marcado sus huellas en busca de una felicidad que da la impresión de haber perdido aunque nunca le ha sido propia, su sed insaciable por lo prohibido lo ha hecho tomar el camino oscuro de la perversión misma aferrado a sus dudas o verdades en busca de satisfacer el mandato de su piel bajo la imponente orden del espíritu que lo hamaquea en su interior hasta quemarlo de deseos insatisfechos en carne viva.

Buscando las respuestas inexistentes a las preguntas que solo viven en su imaginación en la eterna batalla de su interior, ya que pretende asirse de la negación de su propia conformación en la que ha sido creado. Una lucha constante de negarse a sí mismo, de no aceptarse tal y como es, pretendiendo construir con sus negaciones la perfección de un mundo que solo expresa las frustraciones de su interior.

Con el paso del tiempo el ser humano ha ido de ser un ente de palabra hasta convertirse en un ser de desconfianza, pero para tal efecto, se ha recurrido a lo escrito por aquello de que las palabras se la lleva el viento, se ha confeccionado, para que no exista duda o se apele a la ignorancia, que al momento de venir al mundo, quede registrado con cual género hemos nacido si niña o niño. Entonces se nos emite un Acta de Nacimiento, el cual incluye nuestro nombre según el almanaque marque el santo del día o lo modernizamos mezclando los nombres de los progenitores.

Ahora debemos reeducar el sentido común, ¿qué es el sentido común? Es la habilidad o la condición cognoscitiva inherente al ser humano, como ser pensante e inteligente, que le hace permitir utilizar sus sentidos en cuestiones en que el procedimiento racional no necesita esfuerzo alguno para darse cuenta con claridad de sucesos o estado de cosas en su derredor habituar que le motiva su estado activo mental.

Por supuesto, el sentido común, en nuestros tiempos brilla por su ausencia y si existe algo, podríamos hablar de escasez, es decir, tendentes a desaparecer. ¿Cómo es posible que, en el sano juicio, que haya que discutir cuestiones tales como “refiérase al acta de nacimiento” para poder utilizar los servicios de un baño? ¿Que sea un tema de propuesta de campaña? Cuando se nos está cayendo el mundo encima: terrorismo, migración forzosa como Siria, los desplome de la economía mundial y el toque moral de Panamá Papers, entre otras.

Se es varón o hembra y punto, lo otro es desobediencia e irresponsabilidad y ñoñería. “lo castigarás con vara y librarás su alma del Seol” ¿sabes cómo?: usted toma una vara de tamarindo, la ripea, es decir le quita las hojitas con el pulgar y el índice derecho, luego la humedece y debajo de los glúteos y por encima de la rodilla usted lo suena, le aseguramos que sabrá al cual baño entrará a realizar sus necesidades.

Saturday, April 23, 2016

¿Está nuestra sociedad en decadencia?



Es una norma conocida en el mundo de la armada que el capitán del barco es el último en abandonar la embarcación en una situación de naufragio. Conocemos como la escena de la magistral película del Titanic en donde se llamaba a preservar las vidas de mujeres y niños primero. Quizás es lo varonil o machista, pero tal decisión del capitán pone en juego la preservación de su honor e irradia un sentimiento de empatía a sus súbditos más que de compañerismos momentáneo.

Los líderes de todo movimiento o agrupación tienden a delinear las fases a superar y los objetivos a lograr en persecución del bien común. Las instituciones juegan el papel a través del cual se dosifican las bases legales en que descansa las ordenanzas y mandatos que tienen por objetivo mantener el equilibrio de igualdad entre los ciudadanos y al que están llamados a obedecer y cumplir en primer plano, practicando con su ejemplo a través de su conducta y moral.

Todo proyecto que involucre  alcanzar cierto grado de bienestar tiene necesariamente estar conformado por hombres y mujeres que además de identificarse con las necesidades de los demás, sean capaces de exteriorizar su amor hacia los demás por encima del suyo propio, como así nos ha enseñado el Cristo de la cruz. Ninguna conformación o grupo de personas podrá lograr agregar jamás un pequeñísimo grano de arena a objetivos de bien, sino se percibe sentirse parte esencial del mismo.

 El proyecto de vida de Cristo tiene valor en la cruz misma, en el precio de su sangre derramada, en las enseñanzas que con su ejemplo predicó de forma clara y sencilla. Respectando y llamando a respectar las autoridades y por consiguiente a sus conciudadanos y lo  expresaba diciendo “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” con firmeza y sin juzgar a nadie más que el cargo de conciencia de aquellos que como hoy serían llamado “Panamá Papers” porque lo indecoroso y lo indecente ha roto los límites de la decencia y exaltado la bajeza de la podredumbre de la corrupción.

La decadencia de los valores morales ha traspasado el límite del sentido común cuando aquellos que están llamado a ser los guías, no solo se cohíben de extender la mano de la misericordia al prójimo, sino que, además tienen las habilidades de colocar piedras y espinas en el camino para ayudar caer a aquellos que están llamado a proteger y, si no caen son capaces de provocar su desplome y acusar a los efectos de la gravedad por tal acción.

Un poco más, y tildamos de obsoleto la decencia y la moral. Un poco más y veremos exaltar en el comportamiento normal del ser humano lo indecoroso e indecente. Porque estamos a punto de perder el respeto por los demás anteponiendo ese egoísmo excéntrico en busca del bienestar propio a cualquier precio, por cualquier método, sin detenerse por un instante a considerar los riesgos que sus acciones pueden arrastrar.

Sunday, April 17, 2016

Propuesta del muro de la antipatía

El deseo intenso del ser humano de posesión, de sentirse dueño de las cosas o el frustrante miedo a lo desconocido lo han llevado a crear de un rincón su mundo, como una enfermiza determinación de aislamiento. Declarar como propiedad espacios donde puedan señorearse, sentirse cómodo, como pez en el agua.

El ser humano ha sido creado a imagen de Dios, y la tierra a sido puesta a disposición de los hombres para señorear en ella y toda su creación, para su propio sustento, con facultad para sojuzgarla y señorear. Al desconocimiento de los mandatos viene la rebeldía y la desobediencia. Salirse del camino real y tomar las veredas, como dice el refrán, arrastra consigo desazones.

Entre el siglo V y el siglo XVI fue construida la Muralla China, más de 21,000 Km de longitud, con el objetivo de proteger la frontera norte del imperio chino de los ataques de los nómadas xiongnu. Con el pasar del tiempo creo el aislamiento de un pueblo al resto del mundo.

Avanzando en el tiempo, la vergüenza se hizo presente, un muro dividía Alemania en dos, desde agosto del 1961 hasta unos años después. El Muro de Berlín, no solo dividió en dos todo un pueblo, sino que desarrollo el despliegue del menosprecio entre hombres de un mismo pueblo, de una misma cultura por la falta de tolerancia de unos sobre otros. La imposición de un régimen que lo único que arrebataba era la libertad y la paz.

Acontecimientos como estos vuelven a la luz de la opinión pública cuando en oferta de campaña electoral se plantea la construcción de una gran pared que detenga la inmigración hacia los Estados Unidos de Norteamérica desde México. Tal oferta del candidato republicano ha traído como consecuencias protestas de los defensores de los afectados, pero la simpatía de aquellos que creen que este tipo de construcción le fortalece y protege su sociedad de todos los males inimaginables.

La autoridad del poder político de cada nación, otorga la decisión bajos sus leyes, de crear las condiciones que entiendan para proteger sus medios de bienestar de vida cuando entiendan que posibles amenazas atentan contra su nación. Es una condición de derecho propia de cualquier nación y es entendida como una reacción normal.

Cuando la imposición de unos pocos sobre el resto del total, investido de autoridad legítima o no tienden a cambiar el comportamiento normal de las cosas por la concepción propia que le amerita, el fruto no es más que hijos del menosprecio mismo imponiéndose.

La globalización ha expandido el alcance de los mercados, extendiendo la regionalización y haciendo de lo local no tan propio. Viviendo en un mundo a la velocidad del Internet, en donde las puertas de la bienvenida cubana sonríen bajo un agradable sol tropical y la tendencia actual de moda es compartir impresiones a través de las redes sociales desde cualquier rincón del mundo, ha hecho sentir del mundo un espacio más pequeño para compartirlo.


Es impensable ver aislar todo un país en la actualidad, y mucho menos el país creado precisamente por inmigrantes de todas las banderas y culturas.

Friday, April 8, 2016

Doble moral



Las costumbres y normas aceptadas para juzgar el comportamiento de los individuos en una comunidad, se define como moral.  Estas son establecidas por la sociedad misma mientras moldea su esquema de relación entre cada uno de sus integrantes. Con este conjunto de costumbres y normas se pretende dirigir o juzgar el comportamiento de los individuos estableciendo los límites entre la definición aceptada del bien y el mal.

No es de hoy la lucha entre el bien y el mal, la batalla por la supremacía de poder y control entre la obscuridad y la luz. Pretender o confesar un modelo de vida, cuando en la práctica dejamos expuesto nuestro monstruo interior, la excusa de vencer a toda costa en nombre de la supervivencia, sin importar las cicatrices marcadas en el prójimo.

La sociedad actual ha evolucionado aferrada a la práctica doctrinal del materialismo, convencido de que la tenencia de bienes nos trae bienestar y mejor estatus social haciéndonos creer que nos convierte en mejor ser humano. Arrancando de nuestro interior el respeto al valor humano, la decencia en la convivencia entre los hombres, tildando de obsoleta la honestidad y la decencia.

No hemos creado la conjunción de sobrevivencia entre los parámetros o normas de bien y la evolución que acarrea las tendencias tecnológicas a favor del bienestar común sin perder para ellos el respeto a los valores humanos. Hemos antepuestos por encima de todo la acumulación de enseñas de poder a expensa de arrastrar consigo todo cuanto el caudaloso rio pueda llevarse para sí; llámese moral, ética, honestidad o decencia sin que el temor nos inste a meditar por nuestro propio destino o el de los nuestros.

Se ha convertido en un estándar aceptado el tratamiento indiferente e injusto, en la conducta de relación entre los individuos, sin importar las consecuencias que pueda ocurrir. Las banderas de los inmorales disfrutan los vaivenes del fresco del aire libre sin que la insensibilidad humana por el bien común, por una mejor justicia para todos, haga asomo de por los menos pretender enfrentarla.

De continuar así, las sociedades actuales, construirán el camino al despeñadero en donde el gemir eterno nos cobrará el precio de la desidia que en estos tiempos ignoramos recostados del arbusto de la vagancia permitiendo que se nos robe la vida. El témpano está a la vista y depende de los valores morales que inculquemos en nuestras familiar el asirnos de la bandera de la moralidad y de la justicia equitativa para todos.

Sunday, April 3, 2016

Amor con sabor a sangre



Cada día nos encontramos con la desafortunada noticia de que una mujer ha perdido la vida en mano de quien ha amado. Corazones destrozados, hijos sobrellevando la cicatriz de una de las peores pesadillas, ver partir a su madre, mientras su mente bosqueja para sí el peor ser inimaginable: un monstruo.

Las estadísticas, se encargan de registrar un número más, una familia vestida de luto, llena de infortunios acarreando por la vida la desgracia. Y cada día, cada amanecer, nos trae una nueva historia, un cáncer que poco a poco va destruyendo familias y arrastrando consigo la inquietud y desasosiego de la sociedad.

El universo masculino ha mal entendido el concepto de que la mujer le ha sido dada por compañera, mas bien, la ha visto como un ser de segundo nivel. El hombre históricamente ha capitalizado el liderazgo de dirección de las sociedades imponiendo su dominio machista y egoísta, proclamando cierta supremacía. Atribuyéndose las características del género fuerte, mientras su contraparte, vestida con la ilusión de la belleza, la delicadeza, arrastra para sí la debilidad humana.

Cada día, mujeres pierden la vida en manos de sus compañeros, de sus esposos en nombre del amor. Un amor enmascarado de egoísmo, de una pasión desordenada, de una “autoridad” que apesta a ignorancia. Bañadas de sangre por trivialidades, prejuicios o una estúpida cultura machista que ha dado entender que las mujeres son prenda de pertenencia, una cuasi esclava destinada a complacer el ego masculino.

Aunque también es oportuno señalar la mal entendida libertad, mezclada de un libertinaje sin razón que lo único que niega es la responsabilidad adquirida, el papel correcto de un compromiso que debe ser de dos. Porque si el marido es cabeza de la mujer, es por amor, para amarla como a su propio cuerpo, no para señorío, para un recíproco respeto. Una relación de dos, como Cristo es a su iglesia.

Mientras somos bombardeados con estos ensangrentados titulares, los líderes sociales se aferran solo  a observar en la distancia con una paciencia e insensibilidad que asombra, que nos pasma.  Dictando ordenanzas, leyes y decretos que manifiesta una falta de capacidad incluso hasta del conocimiento mismo de los sucesos, ya sea por incompetencias o desinterés.

No podemos pretender que un simple mandato “legal” sea la solución a una falta de educación, de la orientación correcta que le debemos inculcar en nuestros hijos e hijas respecto a la vida. De una convivencia de orden y paz; donde el papel del Estado sea de justicia y equidad para todos y cada uno de sus miembros.